La que llora lo hace porque no la ves llorar.
Y como lluvia humanizada se ahoga
en esas lágrimas cuando se vuelven rojas.
Porque te has desteñido en su frente
y ahora no puede verte,
No puede ver.
Y agarra sus manos,
como si fueran tuyas
intentando volverse roja como tú.
Pero sus dedos de agua no saben pintar
y también lloran.
Puede que nunca sea roja.
Puede que nunca deje de llorar.
Pero seguirá lloviendo en tu ventana
aunque no puedas verla porque es
translúcida e incolora.
Seguirá lloviendo en tu ventana
Para que tú no tengas que hacerlo.
Porque no sabes
llorar
y ojalá nunca
aprendas.
Ainhoa Jiménez (4ºC)
__
No hay comentarios:
Publicar un comentario